INCOHERENCIAS

Noche oscura rodea la penumbra de mi habitación,
que aun dormida, pierde a cada paso,
la belleza interna de la claridad de luna,
que intenta seguir brillando
mientras adormece mi espíritu.

Vivir en oscuridad trastorna,
hasta ver puntos de luz donde no existen.
Y es que oscuridad completa no hay,
solo puntos oscuros en manto blanco
teñido por la duda existencial.

Oscuridad eterna del ser pensante,
que no comprende la simpleza de la vida,
y que insiste en doblegar la razón
en busca de respuestas.

Sin entender que cada cosa pensada,
pierde un poco su esencia
hasta ser reducida al desinterés colectivo.
Así que mejor, solo actúa y suma de la vida
lo que edifica, lo demás no importa.

Egoismo, ¿Vanidad?

Ideas vagas,
pensamientos confusos,
es lo que siento al mirarte.

Veo y me cuestiono,
lo que tus pensamientos esconden,
porque tu rostro un corazón vacío refleja.
Ese semblante frío que solo tienen los muertos.

Luego hablas, y dudo…
que lo que sientes, realmente dices,
por un instante dudo…y es tu silencio,
profundo, vacío…no hay respuesta.

Que ironía vana es la vida,
¿porqué si a mi corazón no importa,
lo invade este desatino?
¿Por qué si lo que busco es que me ignores,
me preocupan tus pensamientos?

Entonces comprendo y pienso en Vanidad,
esa egoísta y perversa vanidad,
que no soporta verse desplazada,
esa que no resiste la tortura de verse relegada.

Vanidad que pesa como roca,
me arrastra a lo profundo y
me pierde en el abismo.

Conflicto de sentimientos, esto no quiero,
es ahí donde mi realidad comienza.
Darse cuenta que en mí ya no piensas…
pesa y me transforma.